Potty Training

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El control

El control de esfínteres, puede parecer fácil o difícil, es algo a lo que todos los padres se enfrentan tarde o temprano, es por eso que en Vivan los Niños, nos comprometemos a ayudar y acompañar a los niños en este proceso tan importante en sus vidas.

Entrenamiento

El entrenamiento se puede realizar en edades entre los 2 y 3 años de edad, que es la etapa en que los niños están mas maduros físicamente y psicológicamente, aunque en algunos casos puede demorarse mas tiempo.

Confianza y paciencia

Para realizar esta tarea existen diferentes métodos, teniendo en cuenta que todos los niños son diferentes y aprenden a un ritmo distinto. Pero mediante una adecuada rutina personalizada como la que impartimos en Vivan los Niños, confianza y paciencia, los niños pueden aprender, teniendo en cuenta que estos no deben ser presionados, a fin de evitar posibles problemas psicológicos.

Para el control de los esfínteres, en algunos bebés puede darse de una evacuación inmediata después de cada comida o por una evacuación voluntaria, esto significa que esta bajo su control.
Por otra parte, hay niños que no muestran control sino hasta después de los dos años, que es el rango normal, en donde existen niños que en algunos casos juegan con el excremento, esto debido a que les gusta lo que sale de su cuerpo.
En este caso no debemos alarmarlos, mas bien distraerlos para ir quitando este habito que, aunque se vea mal es natural.

En Vivan Los Niños sabemos que, a los niños les encanta ser el centro de atención, de esta manera algunos manipulan a sus padres con el control de sus esfínteres, esto sobre todo cuando los padres son obsesivos, captando su atención y preocupación.
Hay que tener cuidado que los niños aprenden rápidamente de papá y mamá, así que tú puedes estar ayudando a tu hijo mediante una buena rutina o una mala rutina que llegue a fomentar el estreñimiento.
A continuación, explicamos brevemente como lo hacemos en nuestro Daycare Vivan los niños:

15 a 18 MESES

  • Esta etapa de 15 a 18 meses, es muy temprana para que el bebe empiece a usar el orinal, pero es bueno que se vaya sentando para que se acostumbre.
  • Si el bebe se pueda sentar, es bueno que después de las comidas se siente en el orinal, unos minutos.
  • Nunca dejamos al bebe mucho tiempo sentado porque se puede aburrir.
  • Motivamos al bebe si ha evacuado o no.

De 18 MESES A 2 AÑOS

  • Aconsejamos que dejes que tu hijo te acompañe al baño, esto hará que imite tus acciones.

De 2 A 2 años y ½.

  • Anima a tu hijo cuando logre el control de esfínteres, enséñale a que se mantenga limpio, aunque todavía moje la cama, espera a que te de señales o te pida que lo cambies.

2 ½ A 5 AÑOS

Anima a tu hijo cuando logre el control de esfínteres, enséñale a que se mantenga limpio, aunque todavía moje la cama, espera a que te de señales o te pida que lo cambies.

1. Ofrecer un entorno adecuado

  • Es importante que el bebe sienta que no debe depender de los demás, por eso se debe acompañar y brindar confianza durante su entrenamiento, que él conozca lo que necesita para ir al baño de esta manera poder lograr ir por su cuenta.

2. No reprender

  • Es importante tener paciencia, ser amorosos y no enfadarnos por las fugas que en este proceso van a ser continuas, recuerden que la motivación es vital para lograr el objetivo.

3. La edad no es suficiente

  • Aunque los niños tengan la edad que consideremos conveniente para retirar el pañal, no significa que estén listos, es necesario una preparación, en Vivan los niños evidenciamos debido a nuestra alta experiencia, que los niños deben estar capacitados fisiológicamente para controlar sus esfínteres, que, aunque la edad puede tener relación con cierta madurez necesaria para este proceso, a veces no es precisa.

4. Atentos a los gestos

  • Es recomendable estar pendientes de los gestos que hacen los niños, pues ellos avisan cuando desean ir al baño. Es importante también preguntarles frecuentemente si quieren ir a orinar o defecar.

5. Evita estar premiando.

  • No se trata de una acción especial que merezca ser recompensada, por lo que es preciso que el niño sea consciente de que está acción es normal.